lunes, 20 de octubre de 2008

EDUCACION para la CIUDADANIA vs. RELIGION

    Con motivo del comienzo del curso escolar se ha planteado entre los ciudadanos la polémica sobre el derecho de los padres a decidir sobre la educación ética o moral de sus hijos. Esta polémica se ha establecido realmente sobre la disyuntiva: “educación para la ciudadanía” o “religión” (católica, por supuesto).

    La postura de nuestro partido ante la decisión del Estado de establecer una asignatura con contenido de adoctrinamiento político y moral es de absoluto rechazo a la misma.

    Igualmente rechazamos la obligación del sistema educativo nacional para impartir enseñanzas de tipo religioso en la escuela.

    Nuestra formación política, P_ueblo,L_ibertad y J_usticia, es contraria a la enseñanza de cualquier tipo de formación moral, política o religiosa en la escuela. Entendemos que la educación moral o religiosa de los hijos es una RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA de los padres, para lo cual cuentan con organizaciones de tipo político o religioso que disponen de centros de formación y cuya actividad está apoyada económicamente por subvenciones de la comunidad y por los propios asociados o creyentes. El PLJ es partidario de restablecer la formación humanística en la enseñanza infantil y juvenil que permita dar a nuestros menores una capacidad de reflexión personal para llegar a la mayoría de edad con la madurez exigible a un ciudadano que va a decidir la orientación política del gobierno de su país.

    Con seguridad que ustedes se preguntarán en qué consiste la formación humanística que proponemos. Se lo explicamos. Nuestra propuesta estructura la formación humanística como una secuencia de adquirir conocimientos sobre:
  • la evolución del pensamiento humano,
  • la historia de la filosofía,
  • la Lógica como método,
  • las corrientes del pensamiento moderno, y
  • el estudio de nuestra Constitución.

    Estos cinco capítulos de la formanción humanística de los jóvenes no establecen, en ninguno de ellos, una formación moral ni religiosa ya que tratan de transmitir al alumnado el conocimiento desarrollado por la humanidad a lo largo de la historia, tanto de su contenido como de su evolución. Hace alguno años esta formación reglada estaba contemplada en los planes de estudio como una asignatura de enseñanza obligatoria para todos los alumnos y se le denominaba con un nombre muy sencillo: FILOSOFIA.

    La formación de la juventud en valores morales o religiosos corresponde a otro ámbito más personal y con una implicación más directa de los padres, o, si nos lo permiten y con un criterio más ámplio, de la familia. Decimos esto porque los valores morales o religiosos que inicialmente reciban los jóvenes estarán íntimamente ligados con las convicciones de sus progenitores y, por lo tanto, corresponde a éstos decidir en que actividad extra-escolar (fuera del horario lectivo) de esta naturaleza ha de participar el o la menor. No nos cabe ninguna duda sobre la necesidad democrática de que los centros educativos, tanto públicos como privados, puedan tener una oferta para este tipo de formación extra-escolar y que ha de ser plural en los centros públicos. La idea de formación moral y religiosa plural significa que los centros han de ofertar las diversas religiones que tengan una implantación significativa en la comunidad puesto que su coste ha de ser sufragado por los padres de los alumnos en un porcentaje significativo.

    Nuestro planteamiento pretende superar un problema que radica en la transición democrática en España. Desde entonces existe latente la disyuntiva sobre la obligatoriedad de la enseñanza de la religión católica o la posibilidad de optar por otra formación moral o ética. La Constitución que se promulgó y aceptó el pueblo español en 1978 no resolvió este problema y por ello continúa vigente en nuestro tiempo, treinta años después. Es inadmisible que con la poca experiencia democrática de los españoles y tras la convivencia de estos treinta años en un ambiente pre-democrático, los partidos políticos no hayan podido llegar a una reforma constitucional que caminase por la senda de perfeccionar la Constitución y la Ley Electoral hacia un sistema representativo abierto que estableciese claramente la separación entre la Iglesia Católica y el Estado Español. Hasta ahora los diferentes gobiernos de España han puesto parches inestables y que han ido cambiando en función de su orientación política para, finalmente, caer en una aberración pedagógica cual ha sido imitar a la dictadura precedente con la implantación de una asignatura de formación moral y política. ¡Inadmisible!

    Creannos que sin un cambio sustancial en los planteamientos de la enseñanza no conseguiremos evolucionar políticamente en la dirección de perfeccionar la democrácia española. La formación humanística de los jóvenes que terminan nuestra enseñanza obligatoria es tan deficiente, por no decir nula, que los partidos políticos dirigen su comportamiento con mínimo esfuerzo y estan logrando la involución política hacia un sistema de gobierno totalitario. Por lo dicho, es necesario que los ciudadanos participemos activamente en los procesos políticos y demos nuestro apoyo a aquellas formaciones que, aún siendo minoritarias hoy, puedan llegar a tener la suficiente representación parlamentaria para con pluralidad de pensamiento se logre un régimen de libertades homologable como democrático.

    El resultado de lograr la reforma constitucional que nos lleve a un verdadero régimen de libertades democráticas nos permitirá establecer un sistema educativo con espíritu de permanencia que consiga uno jóvenes adecuadamente formados para la evolución democrática en España.

jueves, 9 de octubre de 2008

El Mensaje ACTUAL de la CRISIS

    Ya se menciona con normalidad la palabra CRISIS, lo cual nos induce a pensar que nuestro gobierno no dispone de ningùn recurso para intentar reducir las consecuencias de este descalabro económico.
    Quizás el gobierno ha mantenido la esperanza de conseguir recursos con financiación exterior; sin embargo y tras el fracaso de la colocación de deuda pública haya llegado a la certeza de la pérdida de confianza de las entidades financieras internacionales en la planificación económica española.
    He aquí los hechos que cualquier ciudadano español puede leer en la prensa y si los resumimos se genera la siguiente relación:

  • El Ibex continúa en la "cuesta abajo". La tendencia descendente en las Bolsas continúan dia tras día y no aparecen síntomas que, según los expertos, animen a confiar en una pronta estabilización de las cotizaciones. Las grandes empresas empiezan a sufrir importantes pérdidas en sus cotizaciones por la posible repercusión de la reducción del consuma (caso de Telefónica), además de ver como se suspenden las cotizaciones de empresas inmobiliarias y de servicios que se acumulan a la remesa de "suspensiones".


  • Continúan los rumores sobre la posibilidad de agrupar todo el patrimonio inmobiliario soportado por las cajas de ahorros en una gran compañía que asumiria la deuda hipotecaria. De esta manera la compañía propietaria de los inmuebles permitiría salvar la cara a las cajas que se integren en esta operación, al mismo tiempo que se convertiría en la mayor inmobiliaria de España y, quizás, de las más grandes de Europa.
        Si, finalmente, esta compañía tuviese que presentar la "suspensión de pagos", las consecuencias de esta operación podrían alcanzar tal magnitud que el gobierno se vería justificado para ayudarla económicamente (caso parecido a lo planteado en Estados Unidos con Fannie Mae y Freddie Mac). Es decir que volverían a ganar los mismos de siempre y lo pagaría el colectivo social de los trabajadores con los impuestos.


  • Comienzan las noticias acerca de la desaceleración en el sector turístico. Este asunto tomará una importancia vital porque es la tercera pata sobre la que se sustentaba nuestro crecimiento económico. Ya ha caido el sector inmobiliario, ha bajado drásticamente el sector industrial cuyo principal soporte es la fabricación de vehículos y ahora se nos presenta la reducción en el consumo del sector turismo. Es muy preocupante y triste ver la ceguera de un gobierno absolutante incompetente para plantar cara a una situación muy seria y que demanda decisiones impopulares.


  • La conclusión de lo anterior es la incapacidad de nuestro gobierno actual para hacer frente a una situación compleja y que afecta al resto de la economía mundial. En crisis anteriores siempre hemos tenido vecinos que podian ayudarnos, pero en esta ocasión hemos de saber valernos por nosotros mismos y aquí en donde opinamos que este gobierno tendría que dimitir y celebrar nuevas elecciones. Mo tenemos más remedio que decir: ¡Váyase Sr. Zapatero!


    De nuevo y desde esta página queremos hacer recapacitar a los ciudadanos sobre la necesidad de ejercer su participación política en la vida nacional para que, entre todos, podamos conseguir un gobierno plural, eficaz y competente que sepa establecer las medidas a aplicar para afrontar la actual situación económica y social.