domingo, 22 de noviembre de 2009

La LUCHA por la INDEPENDENCIA (I)
1808 – 2008...

      El pasado año 2008 se celebró con gran alharaca política y mediática el 200 aniversario del triunfo del pueblo español sobre las tropas de Napoleón que intentó SOMETER a nuestro pueblo bajo el totalitarismo de su imperio. Hoy, doscientos un año después, nos encontramos en una situación política y social que nos hace plantear la pregunta: ¿es que los ciclos de libertad en España se repiten cada 200 años? Hace unos días, en otro artículo mío, hacia la pregunta de si estábamos gobernados o sometidos. Nuestra conclusión era que hoy, en pleno siglo XXI, la democracia española ha degenerado hacia el totalitarismo de los partidos mayoritarios allí donde gobiernan, aunque los ciudadanos que los apoyan sean una minoría frente a la totalidad de los votantes, y todo ello por la desilusión generada por la pregunta definitiva: ¿....y qué podemos hacer?

      ¿Está hoy, como hace doscientos un años, siendo tratada la ciudadanía como “objeto” por el poder político?

      Si para usted, ciudadana o ciudadano, la respuesta es SÍ no tenemos más solución que LUCHAR por la INDEPENDENCIA del PUEBLO frente al Poder Político; y esta lucha en un sistema algo democrático, como es el nuestro, se traduce en participar en la vida política de su pueblo, de su ciudad o del estado mismo. Hoy, con el agradecimiento a este medio de comunicación que nos permite llegar hasta ustedes, lectores, comenzamos una serie de artículos con los que trataré de justificar mi opinión sobre la situación ciudadana en el aspecto fundamental de la democracia: la LIBERTAD de ELEGIR.

      ¿Se han preguntado ustedes, a dia de hoy, QUÉ PUEDO YO ELEGIR?

      La respuesta parece fácil y muchos responderían a esta pregunta: PUEDO ELEGIR LO QUE YO QUIERA. Pues me temo que esta afirmación está bastante lejos de la realidad presente; realidad que, teóricamente, está amparada por una Constitución (la de 1978) y unas leyes. Sin embargo, encuestas recientes nos dicen que los ciudadanos españoles confían poco o nada en la justicia que es la encargada de hacer cumplir las leyes y la Constitución. Manifestar que se confía poco o nada en la justicia quiere decir que los ciudadanos tenemos la sensación de que NO están garantizados ni nuestros derechos, ni nuestras obligaciones que son los derechos de los demás; es decir, no tenemos garantizada NUESTRA libertad.

      ¿Qué les parece si damos un paseo por los asuntos que afectan a nuestra vida cotidiana?

      Comenzamos por nuestros gobernantes que tenemos la oportunidad de elegir cada cuatro años. Pero, de verdad, ¿elegimos a quién queremos que nos gobierne? ¡Pues NO! Nuestro voto tan solo sirve para decir si ÉL, que manda en un determinado partido, hace las cosas mejor o peor; porque, ¡no lo olvidemos!, los partidos políticos “aposentados en el poder” quieren aparentar ser democráticos y, a la hora de la verdad, realmente son la más pura representación del totalitarismo. ¿Y sus candidatos? Nombrados por ÉL, que gobierna el partido, deben mostrar una clara sumisión a sus consignas si no quieren verse “borrados” de las candidaturas correspondientes.

      Aún considerando lo anterior, cabría la posibilidad de que los votantes pudiésemos decidir qué persona de cada lista electoral deseamos elegir para nombrarle concejal o diputado. ¡Pues TAMPOCO! Nos tenemos que conformar con votar a unas siglas, un nombre o un grupo de letras que le permitirán nombrar a ÉL, que manda en ese partido, a qué personas se les da cada cargo. Y si el designado para el cargo se atreve a “desviarse” de lo establecido por ÉL es, rápidamente, liberado de la carga de su nombramiento y se coloca al siguiente que convenga.

      Resumiendo, llegamos a la conclusión que el ejercicio democrático del voto en este país nuestro (España, ¡naturalmente!) tan solo aprovecha al partido y poco o nada al votante, quien ve impotente como le “colocan a uno de la lista” para gobernarle. Así que llegamos a una primera conclusión de que NO PODEMOS elegir a la persona que queremos que nos gobierne. ¿Cómo “arreglarlo”? Muchas personas claman por las denominadas “listas abiertas” y, sin embargo, esta solución no resuelve el problema ya que para el cargo de Senador tenemos las listas abiertas y, no obstante, vemos como la representatividad en el Senado continúa siendo “de Partido” y NO “de personas” porque la disciplina de voto impera sobre la voluntad de los senadores.

      Decididamente, parece estar claramente establecida la IMPOSIBILIDAD de que una persona PUEDA ELEGIR a sus gobernantes. Consecuencia directa de este hecho es la abstención que, cada día, va apoderándose de los votantes al comprobar éstos como la mayoría de los partidos políticos ofrecen “más de lo mismo” e impiden llevar a cabo las reformas políticas imprescindibles para que el pueblo español entre en la senda de la democracia y no permanezca en el sometimiento al poder político que siempre se ha caracterizado por la corrupción y el abuso de poder.

      Con nuestro comentario pretendemos despertar en ustedes la necesidad de poder elegir, comenzando por nuestros gobernantes. Creanme que la solución no es la abstención porque esta actitud nos perjudica a todos. Nuestra propuesta es la PARTICIPACIÓN activa. Es necesario que todos y, sobre todo, que aquellos más capaces asuman la “obligación democrática” de participar en los procesos políticos para cambiar desde dentro la normativa y funcionamiento de esta falsa democracia.

      Saben ustedes que quien escribe esta letras defiende una democracia basada en la libertad del individuo cuya principal manifestación es la “libertad de elegir”, en la igualdad de oportunidades que es, entre otros, el derecho de cualquier persona a ocupar cualesquiera de los cargos políticos del estado y en la igualdad ante la ley sin que nadie obtenga beneficio en virtud del cargo político que ocupe. Algunos amigos me insisten que lo propuesto es una utopía, sin embargo hay un movimiento global en este sentido y hoy les reproduzco esta reflexión como representativa de ello.

      “...Elegir la política es aspirar a ser sujeto de las normas sociales por las que se rige nuestra comunidad, no simple objeto de ellas.” (F. Savater – “El valor de elegir”)

      Para nosotros, los liberales, el “ser sujeto de las normas sociales” es participar en su preparación, en su aprobación y en su aplicación; en definitiva, es tomarse en serio la defensa de nuestra libertad individual y uno de sus aspectos es la LIBERTAD de ELEGIR. Ya hemos visto como carecemos de esta libertad en la democracia española, cual es la elección de nuestros representantes y gobernantes, con lo que nos estamos convirtiendo en “objeto de las normas sociales”. Por favor, reflexionen sobre lo expuesto y defiendan su independencia como ciudadano libre en un país que queremos que sea verdaderamente democrático.

José Manuel Pena Fandiño
Concejal de Valdepeñas por
Pueblo, Libertad y Justicia - PLJ

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